Refundición radical
En este artículo reseñaré un capítulo de un libro del
autor italiano Umberto Eco. El libro se llama “Decir casi lo mismo” en español.
Su título original italiano es “Dire la stessa cosa” (el subtítulo es
“Experiencias de traducción”). La tesis central del libro es que la traducción
es un acto de negociación, donde la meta no es solo la fidelidad al original,
incluso si eso implica cambiar el significado semántico del texto fuente para
transmitir su “esencia”, la cual está, por supuesto, abierta a interpretación.
La meta más bien es negociar entre las muchas opciones posibles, perdiendo algo
aquí, pero ganando algo allá como compensación, dependiendo del propósito del
traductor, quien nunca puede retener el ideal de decir exactamente lo mismo que
el original en otro idioma, sino que siempre dirá diferentes grados de “casi lo
mismo”.
El libro trata varios asuntos teóricos en materia
lingüística y de traductología, pero siempre en relación con su aplicación en
varios ejemplos de las propias traducciones hechas por Eco de obras literarias
de otros autores, y en varias colaboraciones con los traductores con los
traductores de sus propias obras en varios otros idiomas. El capítulo en el que
me enfoco está cerca del final del libro, y trata sobre el concepto de la
“refundición radical”, que Eco caracteriza como un tipo de traducción. Pero
antes de introducir el concepto de refundición radical, haré un recuento del
marco general en el que Eco ubica este caso especial de traducción.
Cerca del comienzo del libro, Eco trata de definir la
traducción y nos introduce al criterio de reversibilidad. Sin importar qué
cantidad de licencia interpretativa se use en la traducción de un texto, aún se
puede considerar una traducción propiamente dicha si, después de traducir de
vuelta un trabajo ya traducido, el resultado final, considerado como un todo,
es equivalente al texto original. Por su puesto que hay un continuo de
idoneidad de reversibilidad, donde, solo en comparación con otra traducción, se
puede decir de una traducción que es idónea cuando retiene su reversibilidad en
el mayor número de niveles posible (pragmático, sintáctico, metafórico, etc.).
Sin embargo este criterio para identificar una traducción valiosa tiene sus
limitaciones, como se verá más adelante.
En un capítulo posterior Eco discute la comparación
que hace Peirce de la interpretación con un proceso de traducción, que Jakobson
luego caracterizó sugiriendo un diagrama del siguiente tipo:
Traducción
|
Intralingüística
paráfrasis
|
Interlingüística
traducción
propiamente dicha
|
|
Intersemiótica
Transmutación
|
Eco ejemplifica la paráfrasis con la elaboración de
una sinopsis de la Divina comedia. La traducción propiamente dicha la
ejemplifica con la traducción de la misma obra al Swahili. La transmutación
(término propuesto por Peirce, comparable al de “interdiscursividad” que
propone Cesare Segre, o al de “intermedialidad” que propone Heinrich F. Plett)
la ejemplifica con el vertimiento de la Divina comedia en un cómic,
donde habría un transporte desde el sistema semiótico de la palabra escrita,
hacia el sistema semiótico de la forma del cómic, donde la palabra escrita
cohabita con la imagen gráfica. Otros ejemplos de transmutación, propuestos por
Jakobson, son la “traducción” de Cumbres borrascosas a una película, la
de una leyenda medieval a una pintura, y la del poema bucólico Preludio a la
siesta de un fauno de Mallarmé a un ballet por parte de Debussy. Y aunque
Jakobson no estaba pensando en transmutaciones entre sistemas no-verbales, Eco
propone algunas, como por ejemplo, la interpretación de algunas pinturas en una
exposición por medio de la composición musical Pinturas en una exhibición por
parte de Mussorgsky, o incluso la representación de una pintura en palabras
(écfrasis). Otro ejemplo interesante que Eco no menciona es la representación
de obras de música clásica en obras audiovisuales por parte de Walt Disney en
su largometraje Fantasía, en las que la música es acompañada por dibujos
animados. Eco argumenta que la transmutación no es un tipo de traducción,
aunque tanto la refundición radical (que aun cae dentro de la categoría de la
traducción) y la transmutación son tipos de reformulación.
Al explicar el concepto de refundición Eco primero
discute casos de refundición parcial. Un ejemplo se encuentra en las
traducciones de una de sus novelas. En la trama hay un personaje que proviene
de una región rural dentro de Italia, y su estilo bastante peculiar de hablar
es su rasgo esencial. Algunos de los traductores escogieron seleccionar regiones
rurales dentro de los países donde se hablaba su idioma de llegada, y llenaron
el diálogo del personaje con expresiones típicas de esa región. Sin embargo, en
esos casos, la licencia interpretativa para transformar el contenido está al
servicio del propósito mayor de mantenerse fiel a la intención del original.
Las refundiciones radicales, de acuerdo con Eco, son
especiales en el sentido de que serían consideradas en la esfera literaria como
traducciones, pero también constituyen ejemplos de licencia interpretativa de
una variedad más extrema. Estos ejemplos se ponen en una escala de licencias,
hasta el punto en que algunos pocos casos están en el umbral de la
no-reversibilidad, y al mismo tiempo se consideran traducciones en términos
legos.
El primer ejemplo es el libro de Raymond Queneau,
“Ejercicios de estilo”. Eco mismo lo tradujo desde su original francés al
italiano, y tuvo que recurrir a la refundición radical más de una vez. La idea
del libro de Queneau es contar un breve episodio narrativo y luego recontarlo
varias veces, cada vez bajo un título que anuncia el estilo de la
reformulación. Algunos de sus ejercicios son acerca del contenido (el texto es
modificado a través de litotes, en la forma de un pronóstico, un sueño, un
anuncio publicitario, etc.) y estos casos son materia fértil para la traducción
propiamente dicha. Otros ejercicios, en cambio, cambian la expresión. En estos
casos el texto se interpreta con base en una escritura restringida (esto es,
anagramas, lipogramas, permutaciones de números incrementales de letras, etc.)
o a través de metaplasmos (onomatopeyas, síncope, metatesis, etc.). En estos
casos la única opción disponible es la refundición radical.
Un caso más extremo en la escala de licencias es el
ejemplo del Finnegans Wake de James Joyce. Las traducciones al francés y
al italiano de uno de sus episodios, titulado “Anna Livia Plurabelle” aparecen
bajo los nombres de Frank y Settani, respectivamente, y ellos colaboraron, pero
las traducciones fueron hechas realmente en su mayoría por Joyce mismo. Para
transferir el principio del juego de palabras, que es el principio fundamental
detrás de Finnegans Wake, Joyce reescribió el episodio en cada
traducción, en un caso interesante de traducción orientada al idioma meta
(recordemos que en una traducción orientada al idioma fuente tiene una mayor
importancia relativa la adherencia al sentido literal de la fuente, mientras
que en la traducción orientada al idioma fuente se permite reformular para
transmitir mejor la idea general).
En Finnegans Wake, se estima que aparecen 800
nombres de ríos en forma de juegos de palabras entre el texto de la obra, con
la intención de expresar un sentido de flujo. De estos, 200 aparecen en el
episodio en cuestión, y aunque Joyce no logra obtener más de 80 en italiano y
algunos más en francés, en cambio logra incluir más juegos de palabras con
palabras relacionadas a cuerpos de agua, como río, lago, marea, etc. En este
momento el nivel de reversibilidad es casi nulo, sin embargo es el autor mismo
quien está autorizando la refundición radical, lo que la justifica. De hecho,
en el acto de traducir este episodio, Joyce ofrece un vistazo al mecanismo real
detrás de la composición del Finnegans Wake original.
Estos ejemplos de refundición radical son comparables
a interpretaciones virtuosas de partituras y a variaciones sobre un tema
musical, pero son casos limítrofes de traducción, mientras que la
transmutación, como argumenta Eco, no es un caso de traducción. Estos ejemplos
constituyen un acercamiento que se basa parcialmente en la teoría, y
parcialmente en el sentido común, y nos ilumina acerca de la cuestión sobre qué
es realmente la traducción. Esto es importante para el traductor que desee
asegurarse de que una reescritura, un recuento o una reformulación puedan ser
una traducción válida, siempre que haya en el fondo una negociación con un
propósito superior de traducción en la refundición.
Click aquí para ver este artículo en inglés.
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