November 11, 2007

Línea de Emergencia de Rescate Raptor: Respuesta a Desastres para los Escogidos

Autora: Naomi Klein.
Traductor: Oscar Suescun.

Yo solía preocuparme de que EEUU estuviera en las garras de extremistas que sinceramente creían que el Apocalipsis llegaría y que ellos y sus amigos serían elevados hacia la seguridad celestial. Desde entonces he reconsiderado. El país está de hecho en la garra de extremistas determinados a representar el clímax bíblico -- la salvación de los escogidos y el ardor de las masas en el fuego -- pero sin intervención divina alguna. El cielo puede esperar. Gracias al negocio expansivo de servicios privatizados de desastres, estamos gozando del Rapto aquí en la Tierra.

Solo miren lo que está pasando en el Sur de California. Mientras incendios forestales devoraban franjas de la región, algunos hogares en el corazón de la hoguera quedaron intactos, como si hubieran sido salvados por un poder superior. Pero no era la mano de Dios; en muchos casos fue la labor de Firebreak Spray Systems. Firebreak es un servicio especial ofrecido a clientes del gigante de seguros American International Group (AIG) -- pero solo si tienen la suerte de vivir en las zonas más adineradas del país. Los miembros del Grupo de Clientes Privados de la compañía pagan un promedio de US $19,000 dólares para que sus hogares sean rociados con retardante de fuego. Durante los incendios forestales, las "unidades móviles" -- corriendo en camiones rojos de bomberos -- incluso extinguieron fuegos para sus clientes.

Un cliente describió una escena moderna del Apocalipsis. "Solo imagínalo. Ahí estas en un incendio forestal arreciante. Humo por doquier. Llamas por doquier. Columnas de humo asomando sobre las colinas", le contó a Los Angeles Times. "Y aparece un par de tipos en lo que parece ser un camión de bomberos, y son expertos entrenados en el combate contra incendios forestales y están ahí específicamente para proteger tu hogar".

Y solo tu hogar. "Hubo unos pocos casos", le contó a Bloomberg News uno de los bomberos privados, "en que estábamos rociando y la casa vecina se consumía como una vela". Con los departamentos públicos de bomberos recortados hasta los huesos, se han ido los días de Respuesta Rápida, en los que todos tenían derecho a protección igualitaria. Ahora, los desastres naturales de intensidad cada vez mayor serán combatidos con el nuevo modelo: Respuesta Raptora.

Durante la temporada de huracanes del año pasado, a los propietarios de hogares en Florida se les ofreció una salvación similarmente costosa, por parte de HelpJet, una agencia de viajes lanzada con promesas de convertir "una evacuación de huracán en unas vacaciones de la jet set". Por unos honorarios anuales, un conserje de la compañía se encarga de todo: transporte a la terminal aérea, viaje de lujo, reservaciones en lugares de vacaciones de cinco estrellas. Sobre todo, HelpJet es una ventanilla de escape del tipo de fallas gubernamentales que se vieron durante el Katrina. "Nada de hacer filas, nada de forcejear con las multitudes, solo una experiencia de primera clase".

HelpJet está a punto de encontrarse con competencia seria por parte de jugadores mucho mayores. En el norte de Michigan, durante la misma semana en que arreciaron los fuegos de California, la comunidad rural de Pellston estuvo en las garras de un debate público intenso. La villa está a punto de convertirse en el centro de operaciones del primer centro nacional de respuesta a desastres totalmente privatizado. El plan fue ideado por Sovereing Deed, una empresa emergente poco conocida, con nexos a la firma mercenaria Triple Canopy. Como HelpJet, Sovereign Deed trabaja sobre unos "honorarios de membresía tipo club campestre", de acuerdo con el vicepresidente de la compañía, el Brigadier General retirado Richard Mills. A cambio de un honorario inicial de US $50,000 dólares seguido de cuotas anuales de US $15,000 dólares, los miembros recibirían "servicios completos de respuesta a catástrofes" si su ciudad llegara a ser golpeada por un desastre provocado por el hombre, capaz de "causar amenazas graves para la salúd y/o el bienestar públicos" (léase: un ataque terrorista), una epidemia de enfermedad o un desastre natural. La membresía básica incluye acceso a medicina, agua y alimentación, mientras que quienes pagan por "servicios de nivel premium" serán aptos para misiones de rescate VIP.

Como tantas otras compañías privadas de desastres, Sovereign Deed está vendiendo escapes del cambio climático y del estado fallido -- ofreciendo las autorizaciones de seguridad y las conexiones que sus ejecutivos acuñaron mientras trabajaban para ese mismo estado. Así que Mills, hablando recientemente en Pellston, explicó, "la realidad de FEMA es que no tiene infraestructura, y mucha de nuestra guardia nacional está en otros lados". Sovereign Deed, por otro lado, afirma tener "acceso directo y acuerdos especiales con varios centros de información nacional e internacional. Estos acuerdos de propiedad le permiten a nuestro Centro de Operaciones de Emergencia...darle a nuestros Miembros esa ventaja esencial en tiempos de crisis". En esta versión secular del Rapto, la mano de Dios no es necesaria. No cuando tienes agentes retirados de la CIA y de las Fuerzas Especiales elevando a los escogidos hacia la seguridad -- sin necesidad de rezos, solo pagos. Y ¿quién necesita una Nueva Jerusalén celestial cuando puedes tener a Pellston, con sus flexibles políticos locales y su aeropuerto regional sorprendentemente moderno?

Sovereign Deed podría encontrarse compitiendo pronto con Blackwater USA, cuyo Presidente Ejecutivo, Erik Prince, escribió recientemente sobre sus planes de ofrecer servicios de "espectro completo" incluyendo ayuda humanitaria en desastres. Cuando irrumpieron los incendios en el Condado de San Diego, cerca del sitio propuesto de la controversial base Oeste de Blackwater, la compañía inmediatamente aprovechó la oportunidad para demostrar su punto. Blackwater pudo haber sido el "centro táctico de operaciones para los incendios del Condado del Oeste", dijo el vicepresidente de la compañía Brian Bonfiglio. "¿Puedes imaginar cuán beneficioso habría sido si estuvieramos operando ahora?". Para demostrar su capacidad, Blackwater ha estado distribuyendo recursos desesperadamente necesitados, tales como alimentación y cobijas, a la gente de Potrero, California. "Esto es algo que siempre hemos hecho", dijo Bonfiglio. "Ésto es lo que hacemos". Realmente, lo que hace Blackwater, como han aprendido dolorosamente los iraquíes, no es proteger comunidades o países enteros, sino "proteger al principal" -- donde el principal es quienquiera que le haya pagado a Blackwater por sus armas y equipos.

La misma lógica de "paga y te salvas" gobierna enteramente este nuevo sector del manejo de desastres estilo club campestre. Existe, por supuesto, otro principio que podría guiar nuestras respuestas colectivas en un mundo prono a los desastres: la convicción simple de que cada vida tiene igual valor.

Urgentemente ha llegado el momento para que cualquiera ahí afuera que aún crea en esta loca idea, proteja el principio.

Link del artículo original:
Rapture Rescue 911: Disaster Response for the Chosen - Naomi Klein


Powered by ScribeFire.

1 comment:

Majara said...

Oscarin sinceramente da tristeza y terror saber que todo en este mundo es un negocio, hasta las catastrofes las vuelven negocio. Y que pesar que cada día la brecha entre los que tienen y no tienen se abre más y más... y que solo la plata puede llegar a salvarlo a uno... Además que que miedo que eso sirva para que se ocasionen accidentes a proposito para entrar a promocionarse... poque de que los hay los hay.

Yo prefiero seguir pensando que la mano de Dios puede ayudarnos... sobretodo a nosotros los que no contamos con recursos para esos lujotes.