Autores: Danny Glover & Nicole C. Lee
Traductor: Oscar Suescun
Con escaso escrutínio por parte de los Demócratas del Congreso y ni un sollozo de protesta por parte del establecimiento liberal, los Estados Unidos pronto establecerán bases militares permanentes en África subsahariana. En un paso alarmante hacia la militarización del continente africano, el Comando Africano de EEUU (Africom) supervisará todos los intereses militares y de seguridad de EEUU a lo largo de la región, excluyendo a Egipto. El lanzamiento de Africom está planeado para Septiembre de 2008 y el Senado confirmó recientemente al general William "Kip" Ward como su comandante principal.
El general Ward le contó al Comité de Servicios Armados del Senado de EEUU que Africom buscaría primariamente "soluciones africanas para problemas africanos". Su testimonio hizo que Africom sonara como un esfuerzo magnánimo por el bien del pueblo africano. En verdad Africom es una peligrosa continuación de la expansión militar de EEUU alrededor del globo. Tales prioridades de política exterior, así como el uso de armas de guerra para combatir amenazas terroristas en el continente africano, no lograrán la seguridad nacional. Africom sólo encenderá amenazas contra EEUU, hará que África sea todavía más dependiente de potencias extranjeras y retrasará las soluciones africanas responsables a los problemas continentales de seguridad.
George W. Bush racionaliza la militarización Estadounidense de África al afirmar que Africom "mejorará nuestros esfuerzos para brindar paz y seguridad al pueblo africano" y promoverá las "metas de desarrollo, salud, educación, democracia y crecimiento económico". Sin embargo la Administración de Bush no mencionó que asegurar y controlar la riqueza y los recursos naturales africanos es esencial para los intereses mercantiles de EEUU, que enfrenta una creciente competencia por parte de China. Las corporaciones transnacionales cuentan con el petróleo, uranio y diamantes africanos -- para mencionar solo una parte del botín del continente. El oeste africano actualmente provee 15 por ciento de las importaciones de aceite crudo a EEUU, y se espera que esa cifra aumente a 25 por ciento para el 2015.
Los políticos parecen haber olvidado el legado de la intervención de EEUU en África. Durante la guerra fría, las naciones africanas fueron usadas como peones en guerras ajenas, una experiencia que tuvo un impacto devastador en la democracia, paz y desarrollo en África. Un aumento en la presencia militar de EEUU en África probablemente seguiría este patrón de extracción de recursos y ayuda a facciones en algunos de sus conflictos más sangrientos, desestabilizándo aún más la región.
De hecho, las políticas unilaterales mal encaminadas de la milicia estadounidense para "brindar paz y seguridad al pueblo africano", han llevado al exacerbamiento de los conflictos locales, a la desestabilización de regiones enteras, a billones de dólares desperdiciados y a muertes innecesarias de soldados estadounidenses. El bombardeo de Somalia por parte de EEUU en Enero - un intento de erradicar supuestos extremistas islámicos en el cuerno africano - resultó en el asesinato masivo de civiles y el éxodo forzado de refugiados a las naciones vecinas. ¿Qué evidencia sugiere que Africom será una excepción?
Por el contrario, África ha demostrado tener la capacidad de estabilizar situaciones volátiles por sí misma. Por ejemplo, en 1990 la Comunidad Económica de Estados del Oeste de África estableció un Grupo de Monitoreo armado (Ecomog) en respuesta a la guerra civil en Liberia. En su apogeo, las fuerzas de Ecomog en Liberia contaban 12.000, y fueron estas fuerzas - no las tropas de EEUU ni de la ONU - las que impidieron que Liberia se desintegrara. En otra misión, las fuerzas de Ecomog fueron instrumentales en la expulsión de los rebeldes de Freetown, la capital de Sierra Leona.
Existe una gama de iniciativas que pueden tomar EEUU y la sociedad civil para proveer asistencia de desarrollo y seguridad a África que no incluyen una presencia militar estadounidense. Principalmente, las políticas hacia África deben enraizarse en los principios de la autodeterminación y soberanía de África. Las preocupaciones legítimas y urgentes por el desarrollo y la seguridad de los países africanos no se pueden solucionar con dependencia de EEUU o cualquier otra potencia extranjera. En vez de estrategias militares, los países africanos necesitan cancelación inmediata de deudas, políticas de comercio libre y aumento de la asistencia de desarrollo respetando las perspectivas indígenas sobre la construcción de comunidades sostenibles. Las guerras civiles, el genocidio y las amenazas terroristas pueden y deben ser confrontados por un comando militar bien equipado de la Unión Africana.
Los políticos estadounidenses deben tener en mente que Sudáfrica, cuyos ciudadanos derrocaron el régimen del apartheid apoyado por EEUU, se opone a Africom. Adicionalmente, Nigeria y la Comunidad de Desarrollo de Sudáfrica, compuesta por catorce naciones, se resisten a Africom. A estas fuerzas deberían unírseles otros gobiernos africanos y ciudadanos del mundo, para desarrollar una capacidad de seguridad fuerte, efectiva, oportuna, y de propiedad africana. Las organizaciones progresivas de políticas entre EEUU y África y los grupos de sociedad civil relacionados no han sido suficientemente organizados para llevar este asunto crucial ante el pueblo estadounidense. Es urgente que persuadamos a los legisladores estadounidenses de que detengan la militarización de África y de que ayuden a asegurar el surgimiento de África hacia la autodeterminación responsable.
Enlace al artículo original:
Say no to Africom
Traductor: Oscar Suescun
Con escaso escrutínio por parte de los Demócratas del Congreso y ni un sollozo de protesta por parte del establecimiento liberal, los Estados Unidos pronto establecerán bases militares permanentes en África subsahariana. En un paso alarmante hacia la militarización del continente africano, el Comando Africano de EEUU (Africom) supervisará todos los intereses militares y de seguridad de EEUU a lo largo de la región, excluyendo a Egipto. El lanzamiento de Africom está planeado para Septiembre de 2008 y el Senado confirmó recientemente al general William "Kip" Ward como su comandante principal.
El general Ward le contó al Comité de Servicios Armados del Senado de EEUU que Africom buscaría primariamente "soluciones africanas para problemas africanos". Su testimonio hizo que Africom sonara como un esfuerzo magnánimo por el bien del pueblo africano. En verdad Africom es una peligrosa continuación de la expansión militar de EEUU alrededor del globo. Tales prioridades de política exterior, así como el uso de armas de guerra para combatir amenazas terroristas en el continente africano, no lograrán la seguridad nacional. Africom sólo encenderá amenazas contra EEUU, hará que África sea todavía más dependiente de potencias extranjeras y retrasará las soluciones africanas responsables a los problemas continentales de seguridad.
George W. Bush racionaliza la militarización Estadounidense de África al afirmar que Africom "mejorará nuestros esfuerzos para brindar paz y seguridad al pueblo africano" y promoverá las "metas de desarrollo, salud, educación, democracia y crecimiento económico". Sin embargo la Administración de Bush no mencionó que asegurar y controlar la riqueza y los recursos naturales africanos es esencial para los intereses mercantiles de EEUU, que enfrenta una creciente competencia por parte de China. Las corporaciones transnacionales cuentan con el petróleo, uranio y diamantes africanos -- para mencionar solo una parte del botín del continente. El oeste africano actualmente provee 15 por ciento de las importaciones de aceite crudo a EEUU, y se espera que esa cifra aumente a 25 por ciento para el 2015.
Los políticos parecen haber olvidado el legado de la intervención de EEUU en África. Durante la guerra fría, las naciones africanas fueron usadas como peones en guerras ajenas, una experiencia que tuvo un impacto devastador en la democracia, paz y desarrollo en África. Un aumento en la presencia militar de EEUU en África probablemente seguiría este patrón de extracción de recursos y ayuda a facciones en algunos de sus conflictos más sangrientos, desestabilizándo aún más la región.
De hecho, las políticas unilaterales mal encaminadas de la milicia estadounidense para "brindar paz y seguridad al pueblo africano", han llevado al exacerbamiento de los conflictos locales, a la desestabilización de regiones enteras, a billones de dólares desperdiciados y a muertes innecesarias de soldados estadounidenses. El bombardeo de Somalia por parte de EEUU en Enero - un intento de erradicar supuestos extremistas islámicos en el cuerno africano - resultó en el asesinato masivo de civiles y el éxodo forzado de refugiados a las naciones vecinas. ¿Qué evidencia sugiere que Africom será una excepción?
Por el contrario, África ha demostrado tener la capacidad de estabilizar situaciones volátiles por sí misma. Por ejemplo, en 1990 la Comunidad Económica de Estados del Oeste de África estableció un Grupo de Monitoreo armado (Ecomog) en respuesta a la guerra civil en Liberia. En su apogeo, las fuerzas de Ecomog en Liberia contaban 12.000, y fueron estas fuerzas - no las tropas de EEUU ni de la ONU - las que impidieron que Liberia se desintegrara. En otra misión, las fuerzas de Ecomog fueron instrumentales en la expulsión de los rebeldes de Freetown, la capital de Sierra Leona.
Existe una gama de iniciativas que pueden tomar EEUU y la sociedad civil para proveer asistencia de desarrollo y seguridad a África que no incluyen una presencia militar estadounidense. Principalmente, las políticas hacia África deben enraizarse en los principios de la autodeterminación y soberanía de África. Las preocupaciones legítimas y urgentes por el desarrollo y la seguridad de los países africanos no se pueden solucionar con dependencia de EEUU o cualquier otra potencia extranjera. En vez de estrategias militares, los países africanos necesitan cancelación inmediata de deudas, políticas de comercio libre y aumento de la asistencia de desarrollo respetando las perspectivas indígenas sobre la construcción de comunidades sostenibles. Las guerras civiles, el genocidio y las amenazas terroristas pueden y deben ser confrontados por un comando militar bien equipado de la Unión Africana.
Los políticos estadounidenses deben tener en mente que Sudáfrica, cuyos ciudadanos derrocaron el régimen del apartheid apoyado por EEUU, se opone a Africom. Adicionalmente, Nigeria y la Comunidad de Desarrollo de Sudáfrica, compuesta por catorce naciones, se resisten a Africom. A estas fuerzas deberían unírseles otros gobiernos africanos y ciudadanos del mundo, para desarrollar una capacidad de seguridad fuerte, efectiva, oportuna, y de propiedad africana. Las organizaciones progresivas de políticas entre EEUU y África y los grupos de sociedad civil relacionados no han sido suficientemente organizados para llevar este asunto crucial ante el pueblo estadounidense. Es urgente que persuadamos a los legisladores estadounidenses de que detengan la militarización de África y de que ayuden a asegurar el surgimiento de África hacia la autodeterminación responsable.
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